Todo lo que ocurre en nuestro convulsionado mundo, fue vaticinado el año 1972 del siglo pasado. En esos años, nadie creyó en el mensaje entregado por Madre Antonia, por lo que fue perseguida, difamada y encarcelada.
Hoy, sus palabras cobran total vigencia, y pronto el ser humano lamentará no haberla escuchado. Ella divulgó el Evangelio Eterno de Dios Todopoderoso, el mismo que han traído todos los Profetas, y también Jesús, el Divino Maestro.
En su mensaje dijo que estábamos viviendo los días del Apocalipsis, y profetizó una serie de hechos que habían de ocurrir. Por ejemplo, la Tercera Guerra Mundial.
Para los hombres terrenos ya casi no queda tiempo para enmendar el camino, y volver la mirada a nuestro Supremo Creador, y realizar las acciones necesarias para actuar dentro de la moral que emana de Él.
Muy pronto llegará el día en que cada persona recibirá en justicia lo que ha sembrado, pues vienen días de angustia, como nunca los ha habido sobre el planeta.
Lamentablemente, cuando el hombre comprenda que el mensaje entregado por Madre Antonia era verdadero, entonces ya será muy tarde para la gran mayoría, pero no así para la minoría, aquellos que han cumplido los preceptos entregados por Jesús, el Divino Maestro.
La Madre Antonia fue la última Profeta de Dios para esta tercera generación terrestre, es decir; su misión fue entregar el Evangelio Eterno en los Últimos Tiempos de esta humanidad, antes del Día Final.
Ella fue el Espíritu de Verdad, que prometió enviar nuestro Divino Maestro Jesús. Recordemos sus palabras: “Cuando venga el abogado, que yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de Verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí.”
Ella fue una extraordinaria mujer, de gran sencillez, y con una disposición admirable para ayudar a sus semejantes y enseñar valores espirituales que enaltecen a quienes los practican.
No acostumbraba a hablar de sí misma, así es que no fue ella quien dio a conocer su misión, sino que fueron los Maestros de la Cosmogonía quienes revelaron su condición profética, y que pronto ocurrirían muchos hechos a su alrededor que lo confirmarían.
Dicho y hecho, ella comenzó su ministerio profético el día 2 de octubre de 1967, y sus discípulos comenzaron a recibir testimonios físicos maravillosos, tales como la aparición del Espíritu Santo bajo la forma de paloma blanca luminosa, dondequiera que ella se encontrase, la visión de Naves en los cielos iluminándose y haciendo señales, luces en el cuerpo de Madre Antonia, la materialización de Maestros, y muchos otros sucesos extraordinarios.
Hay vídeos antiguos donde algunos discípulos dan testimonio de estos hechos.
Al igual que todos los profetas a través de la historia, ella fue apoyada en todo instante por los Maestros de la Cosmogonía.
El Mensaje que la Madre entregó y los Maestros, está más completo y claro, de acuerdo a la mentalidad y comprensión de los hombres terrenos de esta época.
Con esto se cumple lo dicho por Jesús, nuestro Divino Maestro:
“Muchas cosas tengo aún que deciros, mas no podéis llevarlas ahora. Pero cuando viniere aquel, el Espíritu de Verdad, os guiará hacia la Verdad completa, porque no hablará de sí mismo, sino que hablará de lo que oyere y os comunicará las cosas venideras.”
El primer mensaje profético de Madre Antonia está dirigido a toda la humanidad, dando a conocer que estamos viviendo plenamente lo escrito por el Apóstol Juan en el libro Apocalipsis, y anuncia los hechos que van a ocurrir.
En el segundo, habla sobre la proximidad de la Tercera y última Guerra Mundial, y también sobre la visita de Seres Superiores que vienen en sus naves espaciales desde remotos lugares del Universo, como cumplimiento de las antiguas profecías de la Biblia, que dice que, las “señales y prodigios en los cielos”, son la confirmación de la llegada del Fin de los Tiempos de la Humanidad. (Joel, 2-30)
En el tercer anuncio profético, da a conocer un mensaje que recibió directamente de los hermanos de las Naves, en relación a su presencia en nuestro planeta, y la misión que ellos vienen a cumplir.
Enlaces al texto de las Revelaciones o Profecías:
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