Jesús, el Divino Maestro, profetizó a sus apóstoles lo que iba a ocurrir en el Final de los Tiempos, y muchas de sus palabras se están cumpliendo, lo que nos indica que estamos viviendo plenamente el Apocalipsis de Juan apóstol en nuestros días.
Los acontecimientos muestran claramente que se acerca el momento del Fin para esta civilización.
Advertencia:
Es importante aclarar, que las palabras del Maestro Mesías, fueron escritas muchísimos años después de su partida, ya que en un principio sólo se transmitían de palabra, lo que conocemos por: 'de boca en boca'.
Cuando por fin fueron escritas, es muy posible que la frágil memoria no haya permitido que las profecías estén en el correcto orden cronológico o que se hayan omitido algunas palabras. Además, lo que ha llegado hasta nuestros días son traducciones de traducciones, por lo que se debe cuidar este aspecto al analizarlas.
Analicemos sus palabras proféticas:
El Maestro advierte que vendrán algunos diciendo que vienen en su nombre, e incluso tomarán directamente su nombre, para así engañar y lograr otros propósitos que nada tienen que ver con el Evangelio.
Si bien, guerras han ocurrido desde que el hombre está sobre la Tierra, la referencia es a la época actual, y ya han ocurrido dos Guerras Mundiales y varios otros conflictos entre distintas naciones. Sólo falta la Tercera Guerra Mundial, que pronto habrá de producirse.
Menciona el Maestro que habrá pestes y hambre. Madre Antonia aclara aún más estas palabras, indicando que aparecerán enfermedades de origen radioactivo para las cuales el hombre no encontrará remedios.
Desde finales del siglo pasado, los movimientos telúricos han ido incrementando su magnitud y por ende son más destructivos.
Mateo, Cap.24, Vs.3
“3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
8 Y todo esto será principio de dolores”.
En las frases a continuación, podemos distinguir lo siguiente:
Los discípulos del Maestro sufrieron el mismo destino que Él, ya que según nos cuenta la historia, la mayoría fue perseguido y asesinado. Esto también fue válido para los primeros cristianos.
Si sólo lo analizamos desde el punto de vista actual, podemos también mencionar la persecución sufrida por el pueblo judío, a quienes solía culpárseles por la muerte de Jesús. Su tribulación más grande fue en la Segunda Guerra Mundial. No sabemos si esto volverá a ocurrir en una Tercera Confrontación.
El Maestro indica que falsos profetas engañarán a muchos, desvirtuando sus enseñanzas. Históricamente esto ya ocurrió, ya que en los primeros siglos aparecieron personas que tergiversaron su mensaje, quedando plasmados muchos errores en las Sagradas Escrituras.
La maldad reinará en todas partes, lo que hará que la bondad y el amor sean actitudes menos frecuentes en los seres humanos.
“9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.
Las siguientes palabras hablan más claramente de lo que está por ocurrir en nuestro mundo:
La Violencia y la maldad reinarán sobre el planeta, por lo que sólo aquellos que perseveren hasta el final en su amor por el Divino Padre Creador y por sus hermanos, realizando obras de bien, serán salvos.
Luego de la devastación causada por la Guerra Nuclear, vendrá un periodo en que el Evangelio Eterno (en su pureza original) será predicado en todo el orbe, siendo comprendido y aceptado. Posteriormente vendrá el Juicio Final.
El Maestro indica que se cumplirá la Profecía de Daniel en el lugar santo. Es decir, la Guerra Nuclear comenzará en el Medio-Oriente.
La Abominación Desoladora mencionada por Jesús, es la explosión y destrucción generada por un artefacto nuclear. Debido al tipo de armas que hay en la actualidad, esta conflagración producirá una tribulación como nunca antes vista.
El Maestro dice que no será una guerra de larga duración, pues no lo resistirían ni siquiera los elegidos.
13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;
18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Las siguientes palabras hablan de la vuelta prometida por nuestro Divino Maestro:
Cuando termine la Guerra, la fe de muchos despertará, y buscarán ansiosos la Luz de la Verdad prometida. Es entonces cuando aparecerán muchos que dirán ser el Cristo. Otros se arrogarán ser profetas.
El Maestro deja claro que su venida será en los cielos, y no terrenalmente.
Producto de la conflagración, serán despedidos a la atmósfera grandes cantidades de humo, polvo y deshechos, que la enturbiarán de tal manera, que el sol se verá más oscuro, y la luna ya no tendrá su resplandor acostumbrado. Es posible también, que algunos volcanes se vean afectados y despierten afectando aún más la atmósfera.
Respecto de las estrellas que caen, no está claro cómo ocurrirá. Madre Antonia anunció que el eje de la Tierra cambiará. Tal vez esto podría hacer que un observador vea las estrellas desplazándose, dando así la sensación de que caen.
“23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos
25 Ya os lo he dicho antes.
26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas
29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”.
El rescate de los elegidos:
El Maestro habla sobre su vuelta prometida, y del lamento de todos aquellos que no creyeron en su palabra.
Se producirá entonces la reunión de los elegidos, de aquellos que cumplieron las enseñanzas del Mesías.
Indica que debemos estar atentos a las señales de los tiempos.
Deja muy en claro, que sus palabras son verdaderas, y que todo lo profetizado se cumplirá. Pero sólo el Padre sabe el día y la hora.
Sin embargo, la mayor parte de la humanidad, sumida en la vorágine del materialismo y la diversión, no se dará cuenta hasta que sea demasiado tarde.
“30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”.
La acción de los Maestros en sus Naves Espaciales:
Los Maestros de la Cosmogonía, mencionados en las Sagradas Escrituras como Ángeles y Arcángeles, reunirán a los elegidos desde todas partes de la Tierra.
El Maestro dice que debemos siempre estar realizando obras, pues sólo con las obras se demuestra la fe. El siempre enseñó que la fe sin obras es fe muerta.
También pide que los que han conocido y practicado el Evangelio, no se desvíen de la senda correcta, pues su falta será mayor.
“40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado
41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.
42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.
48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,
51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes".
No se pierdan la continuación de las Profecías del Divino Maestro. Muy pronto.
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