La Trinidad del ser Humano bajo el conocimiento de la Ciencia Espiritual.
Para avanzar en el camino espiritual, es absolutamente necesario conocer cómo estamos constituidos y cómo debe ser nuestro actuar en la vida y en las vicisitudes que nos presenta.
En el Ser humano podemos distinguir tres partes diferentes entre sí, que a su vez forman un todo perfectamente unido:
Estos son:
El Espíritu - El Alma - El Cuerpo
El Cuerpo humano es una máquina automática perfecta. En el cuerpo opera el mismo principio de vida, que la materia orgánica de vegetales y animales. El cuerpo y el cerebro son solo instrumentos, para el desarrollo y el progreso del espíritu.
El alma, está formada de una fina y sutil materia, que nuestros sentidos no pueden ver, tiene la forma de nuestro cuerpo, y es intermediaria entre el espíritu y el cuerpo. El alma nos da la capacidad de sentir, concebir penas y alegrías.
Cuando el hombre duerme, el espíritu y el alma, salen del cuerpo. Poco recordamos de esos viajes, porque el cerebro no participa ahí, así es que recordamos cosas vagas o sin sentido. Cuando recordamos un sueño nítido, es porque tuvimos la persistencia de nuestro espíritu, y la ayuda, de otros espíritus, que nos conocen y desean ayudarnos.
En el mundo espiritual, no son necesarias las palabras para la comunicación, sólo basta el pensamiento, pues allí nadie puede ocultar lo que piensa el espíritu.
El Espíritu humano; es la facultad pensante, es una chispa electromagnética indestructible, inmortal, donde reside la inteligencia y el razonamiento, es la Voluntad del hombre. Posee la experiencia acumulada de miles de vidas. (Reencarnaciones).
Sin embargo, para la vida, el espíritu no necesita ni el cuerpo ni el alma; pero sí los necesita para su progreso, para la demostración y acción de la vida.
El espíritu se asienta en la glándula pineal o epífisis, de nuestro cerebro. Desde ahí controla nuestro cuerpo a través del alma, la cual regula nuestro cuerpo y lo mantiene equilibrado.
La inteligencia y la voluntad individual del espíritu, es en el cerebro donde trabaja, tomando forma de pensamientos humanos, por cuanto el pensamiento no tiene la forma de palabras, sino que en el cerebro se convierte así, para humanizarlo, le da forma material para que se pueda entender en el mundo de los sentidos. Si el pensamiento no alcanzara formas materiales, no hubiera podido ser traducido en palabras, y el lenguaje no hubiera aparecido.
Uno de los propósitos de la encarnación, es que el pensamiento tenga un medio para su ejercitación y adelantamiento.
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