Esta Copa fue modelada por Madre Antonia, obedeciendo un Mandato Divino, Revelado en sueños, el 16 de agosto de 1987.
En el sueño, veía ella esta Copa, y una voz le daba la orden de realizarla y luego difundirla a toda la Humanidad, para así mostrar a los hombres terrenos lo que está próximo a ocurrir en la Tierra.
Según las Sagradas Escrituras de la Biblia, la copa o cáliz, simboliza un castigo Divino, y los Profetas la anuncian cuando van a ocurrir hechos terribles.
El Testimonio de Madre Antonia
Madre Antonia dijo: "El hombre se está destruyendo a sí mismo. El 16 de agosto de 1987 recibí, en un sueño Profético, la siguiente revelación:
Por Mandato del Divino Padre Creador, una voz desde Lo Alto, me ordenaba modelar una Copa, con varias manos crispadas que se estaban hundiendo en Ella.
Esta Copa representa la Ira del Divino Padre Creador, y a la humanidad impía pereciendo en Ella. Esto es lo que está sucediendo en estos días en la Tierra.
Se me ordenaba difundir esta imagen a toda la humanidad terrestre".
Difusión de la Copa
Sin embargo, debido a que todos los medios de comunicación estaban vedados para la Congregación Espiritual Paz y Amor, producto de la intensa persecución que sufría Madre Antonia en el cumplimiento de su Misión, se pudo recién publicar en un periódico el 26 de mayo del año 91. (La Tercera de la Hora).
Con este Mandato Sagrado, se están cumpliendo las Profecías de Jeremías, David, y de otros Profetas del Antiguo Testamento, así como también de Juan Apóstol, del libro Apocalipsis.
El primer cumplimiento
En diciembre del año 2004, una foto de los cadáveres dejados por el maremoto en Asia era un fiel testimonio de la copa modelada por Madre Antonia.
Sin embargo, la profecía no ha terminado de cumplirse, y serán varios más los eventos donde se verifique esta profecía.
He aquí, un testimonio gráfico recogido de la prensa mundial.
La Copa de la Ira en la Biblia
El testimonio de la Copa se puede encontrar en los Salmos de David 11-5, 75-8, y también en Isaías 51-17, el libro Apocalipsis 14-9, y 16-1 anuncia 7 copas a ser derramadas.
Pero donde mejor está explicada, en relación a los tiempos que vivimos actualmente, es en Jeremías 25-15
Revisemos el texto de algunas de las profecías de las Sagradas Escrituras relacionadas con la Copa.
En el siguiente Salmo, se puede observar y concluir que el Divino Padre Creador, Dios Todopoderoso, no perdona los pecados, como nos han hecho creer, sino que los castiga.
Salmo 75 de David, Vs.8:
“El Señor tiene en la mano la Copa de su Ira, con vino mezclado y fermentado. Cuando Él derrame el vino, todos los malvados de la Tierra, lo beberán hasta la última gota”.
En el siguiente texto, encontramos otra referencia de la Copa o Cáliz, y está referida a todos aquellos que siguieron y veneraron a la bestia 666.
Este personaje, representante de una institución, ya realizó su apostolado del mal, visitando muchos lugares de la Tierra, siendo recibido con distinguidos honores, por reyes y mandatarios de muchos países, y adorado por grandes multitudes que embelesadas se juntaban para verlo y oírlo.
Fingió ser un cordero, y poseía todas las condiciones carismáticas necesarias para seducir, atraer a las gentes y manejar conciencias.
Sin embargo, su mensaje estaba muy lejos del Evangelio que trajo Jesús, el Divino Maestro.
Madre Antonia profetizó que la ciudad de la bestia, que gobierna a los hombres, será destruida, así como también las grandes ciudades que son cuna de escándalos y de inmoralidad.
Es importante tener en cuenta que el Apocalipsis no está escrito en forma cronológica, y además está lleno de simbolismos y alegorías
Apocalipsis de Juan Apóstol, Cap.14, Vs.9:
“Y los siguió el tercer Ángel, diciendo en alta voz: si alguno adorare a la Bestia, y a su imagen, y tomare la señal en su frente o en su mano.
10 Este beberá también de la Ira de Dios, que está mezclado con furor en el Cáliz de su Ira, y azufre delante de los fieles Ángeles, y delante del Cordero.
11 Y el humo de los tormentos de ellos subirá en los siglos de los siglos, y no tienen reposo día y noche, los que adoraron a la Bestia, y a la figura de ella, y el que tomare la señal de su nombre.
12 Aquí está la paciencia de los fieles, que guardan los Mandamientos de Dios, y la fe de Jesús”.
En el siguiente texto, se vierten las siete Copas de la Ira Divina, y se ejecuta el castigo reservado para todos los que reconocieron como su guía espiritual a la bestia 666, así como también el castigo para todos los hombres que sólo han realizado el mal sobre la Tierra.
Está profetizado aquí la terrible contaminación de los océanos y de las aguas en general, por la mano del hombre, con todo tipo de desechos y residuos radiactivos.
La cuarta copa hace mención a un castigo por el Sol. Los Maestros de la Cosmogonía no nos dieron mayores detalles sobre esto. Es posible que sea una combinación de la falta de ozono y del calentamiento global, aumentado por una actividad elevada o crítica del Sol. Madre Antonia nos indicó que el calor vendría también de la Tierra.
La quinta copa se refiere indudablemente a una enfermedad que afectará a la ciudad de la bestia y a quienes la habitan.
La sexta copa seca el río Éufrates, que aparentemente simboliza el poder material y doctrinal de la gran bestia, y que lo perderá definitivamente para dar paso al conocimiento del verdadero Evangelio de Dios.
En relación a la séptima copa, hay una similitud con lo profetizado por Madre Antonia, respecto de un terremoto de tal magnitud, como ningún otro haya habido jamás, y que con toda seguridad, se producirá el Día Final.
Apocalipsis de Juan Apóstol, Cap.16, Vs.1:
“Y oí una grande voz del Templo que decía a los siete Ángeles: Id y derramad las Siete Copas de la Ira de Dios sobre la Tierra.
2 Y fue el primero, y derramó su Copa sobre la Tierra y vino una llaga cruel y maligna sobre los hombres que tenían la señal de la Bestia, y sobre aquellos que adorasen su imagen.
3 Y el segundo Ángel derramó su Copa sobre la mar, y se tornó sangre como de un muerto, y murió en la mar toda alma viviente.
4 Y el cuarto Ángel derramó su Copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas y se convirtieron en sangre.
5 Y oí decir al Ángel de las aguas: Santo eres Señor, que eres y que eras Santo, porque esto has juzgado.
6 Porque derramaron la sangre de los fieles y de los Profetas, les has dado también a beber sangre, porque lo merecen.
7 Y oí que dijo otro desde el Altar: ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son tus Juicios.
8 Y el cuarto Ángel derramó su Copa sobre el Sol, y le fue dado afligir a los hombres con ardor y fuego.
9 Y ardieron los hombres de grande ardor y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria”.
10 Y el quinto Ángel derramó su Copa sobre la silla de la Bestia, y se tornó su reino tenebroso y se comieron sus lenguas de dolor.
11 Y blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus heridas y no se arrepintieron de sus obras.
12 El sexto Ángel derramó su Copa sobre aquel grande río Éufrates y secó su agua, para que se aparejase camino para los Reyes del Oriente.
13 Y vi salir de la boca del Dragón, y de la boca de la Bestia, y de la boca del Falso Profeta, tres espíritus inmundos a la manera de ranas.
14 Porque son espíritus de demonios que hacen prodigios, y van a los reyes de toda la Tierra para juntarlos en batalla, para el Grande Día del Señor Dios Todopoderoso.
15 He aquí que vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo y vean su fealdad. 16 Y los congregará en un lugar, que en hecho se llama Armagedón.
17 Y el séptimo Ángel derramó su Copa por el aire, y salió una grande voz del Templo desde el Trono, que decía: Esto es hecho.
18 Y fueron hechos relámpagos y voces, y truenos, y hubo un grande temblor de tierra tal, y tan grande terremoto, cual nunca fue, desde que los hombres fueron sobre la Tierra.
19 Y la ciudad grande fue partida en tres partes y cayeron las ciudades de las gentes, y Babilonia la Grande vino en memoria delante de Dios, para darle el Cáliz del vino de la indignación de su Ira.
20 Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
21 Y cayó del cielo un grande pedrisco sobre los hombres, como un talento, y los hombres denostaron a Dios por la plaga del pedrisco, que fue grande en extremo”.
En el Antiguo Testamento, encontramos las profecías de Jeremías sobre el Final de los Tiempos, y que también mencionan a la Copa de la Ira de Dios.
Recordemos que la "espada" simboliza la guerra, la temida Tercera Guerra Mundial, anunciada también por Madre Antonia.
El Versículo 29 indica claramente que el castigo Divino va a comenzar por el Medio Oriente, en la Jerusalén geográfica, y se hará extensivo al resto.
Hoy, el hombre posee armas muy mortíferas, que exterminarán a las dos terceras partes de la humanidad.
Jeremías, Cap.25, Vs.15:
“Porque así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel. Toma de mi mano la Copa del vino de este furor; y darás a beber de él a todas las naciones, a las cuales yo te enviaré.
16 Y beberán, y serán turbados, y perderán el juicio a la vista de la espada que Yo enviaré entre ellos.
17 Y tomé la Copa de la mano del Señor, y di a beber a todas las gentes, a las que me envió el Señor.
18 A Jerusalén, y a las ciudades de Judá, y a sus Reyes, y a sus príncipes, y a todo su pueblo.
19 A Faraón, rey de Egipto, y a sus siervos, y a sus príncipes y a todo su pueblo.
(Nota: del versículo 20 al 25 el profeta nombra distintos reinos de la Tierra)
26 También a todos los reyes del Norte, los de cerca y los de lejos, a cada uno contra su hermano; y a todos los reinos de la Tierra, que están en su superficie. Y el rey de Sesách beberá después de ellos.
27 Y les dirá: Esto dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: Bebed y embriagaos, y vomitad; y caed, y no os levantéis por causa de la espada, que yo enviaré entre vosotros.
28 Y cuando no quisieren tomar la Copa de tu mano para beber, les dirás: Esto dice el Señor de los Ejércitos: ciertamente beberéis.
29 Porque he aquí que en la ciudad en donde mi nombre ha sido invocado, comenzaré Yo a afligir. ¿Y vosotros seréis como inocentes y privilegiados? No seréis privilegiados; porque voy Yo a llamar la espada sobre todos los habitantes de la Tierra, dice el Señor de los Ejércitos.
30 Y tú les profetizarás a ellos todas estas palabras, y les dirás: el Señor rugirá desde Lo Alto, y desde su Santa Morada dará su Voz; rugirá fuertemente sobre su hermosura; canción como de pisadores será cantada contra todos los moradores de la Tierra.
31 Llegó el sonido hasta los extremos de la Tierra; porque el Señor entra en Juicio con todas las gentes; El mismo es Juzgador contra toda carne. A espada entregué a los impíos, dice el Señor.
32 Esto dice el Señor de los Ejércitos: He aquí que saldrá la aflicción de gente en gente; y grande torbellino saldrá de las extremidades de la Tierra.
33 Y los que el Señor matará en aquel Día desde un cabo de la Tierra hasta el otro; no serán plañidos, ni recogidos, ni enterrados; yacerán para muladar en la superficie de la Tierra.
34 Aullad pastores, y clamad, y polvoreaos de ceniza, mayorales de la grey; porque para ser muertos, cumplidos son vuestros días; y vuestras disipaciones, y caeréis como vasos preciosos.
35 Y no tendrán escape los pastores, ni salvamento los mayorales de la grey.
36 Voz de la grita de los pastores, y aullido de los mayorales de la grey; porque destruyó el Señor a los pastores de ellos.
37 Y callaron los campos de paz a la vista de la Ira del Furor del Señor.
38 Dejó como león su guarida, porque en yermo fue convertida la Tierra de ellos, a vista de la Ira de la Paloma, y a vista de la Ira del Furor del Señor”.
Para una mejor compresión de las Profecías de Madre Antonia, los invitamos a ver este vídeo, donde se aclaran muchos conceptos.
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