Capítulo 3
Introducción:
Este capítulo es el tercer texto de una serie, por lo que recomendamos a nuestros estimados lectores, que comiencen desde el Capítulo-1, en donde explicamos en detalle cómo comprender las profecías de la Biblia, y los simbolismos que están relacionados con Madre Antonia.
Hoy en día, estamos viviendo los tiempos del Apocalipsis, profetizado por Juan Evangelista.
Sin embargo, algunos Profetas del Antiguo Testamento también recibieron revelaciones y videncias sobre el Final de los Tiempos.
También, Jesús, el Divino Maestro profetizó claramente cuáles serían las señales antes del Fin, y anunció en forma simbólica la llegada de Madre Antonia y la misión que habría de cumplir.
Prosigamos entonces, con el Antiguo Testamento:
En la profecía de Isaías 66:13 encontramos lo siguiente:
No se refiere a la ciudad geográfica de Israel, sino a la Nueva Jerusalén profética, la Madre Antonia y el lugar donde estén sus discípulos.
Hemos indicado en otras oportunidades que su misión fue apoyada directamente por los Maestros de la Cosmogonía, quienes son mencionados en las Sagradas Escrituras como los Ángeles y Arcángeles, y que vienen de mundos superiores en sus Naves intergalácticas que el hombre en su ignorancia denomina ‘ovnis’.
Los “carros así como torbellino”, son precisamente las Naves de los Maestros de la Cosmogonía, que vienen a ayudar y proteger a los justos y a castigar a los impíos, tal como está escrito en el libro Apocalipsis de Juan.
Además, en forma simbólica el profeta se refiere a aquellos cuyas obras no fueron buenas ni limpias ante el Creador, y en secreto urdieron e hicieron toda clase de males.
En el texto, también se menciona la Gloria de Yahvé. Los Maestros nos han revelado que es una Nave Sagrada, muy especial, y por eso ha recibido ese nombre. Es la misma Nave que guiaba al pueblo de Israel a través del desierto, y que de día se la podía observar como una nube, que le daba sombra al pueblo, y de noche se iluminaba alumbrándoles el camino. Éxodo, Cap.16, Vs.10: “Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la Gloria de Yahvé apareció en la nube”.
Indica que será predicado el Evangelio Eterno en todo el planeta antes del Fin, y se mostrarán en los cielos la ‘Gloria de Yahvé’ junto a las Naves de los Maestros de la Cosmogonía Universal, que son ‘las señales en los cielos’ de la Biblia.
Habla de ‘cielos nuevos y la Tierra nueva’, donde pasarán a vivir los justos y todos aquellos que siguieron y practicaron las enseñanzas de Jesús, el Divino Maestro, es decir, habitarán en una dimensión o plano superior.
Isaías Profeta, Cap.66, Vs.13:
“13 Como la madre acaricia a su hijo, así Yo os consolaré, y en Jerusalén seréis consolados.
14 Lo veréis, y se gozará vuestro corazón, y vuestros huesos como yerba brotarán; y será conocida la mano del Señor a favor de sus siervos, y se enojará con sus enemigos.
15 Porque he aquí que el Señor vendrá en fuego, y sus carros así como torbellino; para retornar con saña Su Furor, y Su Reprensión con llama de fuego.
16 Porque el Señor juzgará discerniendo a toda carne, con fuego y con cuchillo, y serán muchos los que el Señor matará.
17 Aquellos, que se santificaban, y se creían limpios en los huertos detrás de la puerta en lo interior, los que comían carne de puerco y abominación y ratones; serán consumidos a una, dice el Señor.
18 Mas yo vengo a recoger las obras de ellos, y los pensamientos de ellos con todas las gentes y lenguas; y vendrán, y verán Mi Gloria.
19 Y pondré una señal en ellos, y de los que fueren salvos yo enviaré a las gentes al mar, al África, y a la India, tiradores de flechas; a la Italia y a la Grecia, a las islas de lejos, a aquellos que no oyeron de Mí, y no vieron Mi Gloria. Y anunciarán Mi Gloria a las gentes.
20 Y traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones como un presente al Señor en caballos, y en carrozas, y en literas, y en mulos, y en carretas, a Mi Fiel monte de Jerusalén, dice el Señor, como si los hijos de Israel llevasen ofrenda en un vaso puro a la casa del Señor.
21 Y tomaré de entre ellos para sacerdotes, y levitas, dice el Señor.
22 Porque como los cielos nuevos, y la Tierra nueva, que Yo hago subsistir delante de Mí, dice el Señor; así subsistirá vuestra posteridad, y vuestro nombre.
23 Y será de mes en mes, y de sábado en sábado; y vendrá toda carne para adorar ante Mi Rostro, dice el Señor.
24 Y saldrán y verán los cadáveres de los hombres, que prevaricaron contra Mí: el gusano de ellos no morirá, y el fuego de ellos no se apagará; y serán náusea a toda carne”.
En la profecía de Baruch 4:30 encontramos lo siguiente:
Vemos nuevamente aquí a Madre Antonia simbolizada como ‘Jerusalén’, que se vestirá nuevamente con la Gloria que proviene de Dios.
Los Maestros de la Cosmogonía nos han revelado que Ella es un espíritu muy elevado, que ha estado presente ayudando a los hombres de este planeta desde los tiempos en que fue creado. Debido a su gran progreso espiritual, Jesús, el Divino Maestro se refirió a Ella como; ‘el espíritu de Verdad’ y 'el espíritu Consolador’ que había de enviar posteriormente.
Nuestro Supremo Creador hará que Madre Antonia sea reconocida por todos aquellos que siguieron las enseñanzas de Jesús, el Divino Maestro. Su legado en los Últimos Tiempos es el Evangelio Eterno, en su pureza original.
Los ‘hijos congregados’ son los que recibieron y reconocieron su Mensaje como verdadero, y serán protegidos de todos los males que ocurrirán en el transcurso del Apocalipsis y en el Día Final.
Baruch Profeta: Cap.5, Vs.1:
“1 Despójate, Jerusalén, de la túnica de luto, y de tu maltratamiento; y vístete la hermosura, y la honra de aquella Gloria Sempiterna, que te viene de Dios.
2 Te rodeará Dios con Su Manto forrado de Justicia, y pondrá sobre tu cabeza un bonetillo de Honra Eterna.
3 Porque Dios mostrará Su resplandor en ti, a todos los que están debajo del Cielo.
4 Porque para siempre llamará Dios tu nombre: La Paz de la Justicia, y la Honra de la Piedad.
5 Levántate Jerusalén, y ponte en lo alto; y mira hacia el Oriente, y ve tus hijos congregados desde el Sol Oriente hasta el Occidente, a la Palabra del Santo gozándose en la memoria de Dios”.
Analicemos ahora el Nuevo Testamento:
En Mateo 12:41 encontramos lo siguiente:
En el cumplimiento de su misión, Madre Antonia ha condenado a la humanidad impía, pero también dio un mensaje de esperanza y de salvación para los justos, para los que aman y glorifican al Supremo Creador y caminan por la senda del Divino Maestro.
Las palabras de Jesús, refiriéndose al juicio de esta generación, es decir al ‘Final de los Tiempos’, profetiza que los ninivitas estarán presentes y condenarán a las gentes.
Madre Antonia también estará presente, simbolizada como la reina del sur, pues proviene de los confines de la Tierra, como se denomina a Chile. Además, los Maestros de la Cosmogonía indicaron que ella fue la reina de Saba en una vida anterior.
Evangelio de Mateo, Cap.12, Vs.41:
"41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar.
42 La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar".
En Juan 14:15, 14:25 y 15:26 encontramos lo siguiente:
Como ya hemos indicado, Madre Antonia es el espíritu Consolador y también el espíritu de Verdad, prometido por Jesús, el Divino Maestro.
También anuncia la vuelta prometida, y será al finalizar esta mal llamada civilización, para buscar a los justos, a los que cumplieron y practicaron sus enseñanzas, que constituyen el Evangelio Eterno que reiteró Madre Antonia.
El Maestro también menciona al 'Espíritu Santo'. Este fue el testimonio más maravilloso que recibieron los discípulos de Madre Antonia, y que se materializaba bajo la forma de una paloma blanca y luminosa, volviendo a desaparecer frente a sus ojos en innumerables oportunidades.
Evangelio de Juan, Cap.14, Vs.15: (Dijo Jesús):
"15 Si me amáis, guardad mis Mandamientos.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador para que more siempre con vosotros.
17 El Espíritu de Verdad a quien no puede recibir el Mundo, porque ni lo ve ni lo conoce; mas vosotros lo conoceréis, porque morará con vosotros y estará con vosotros.
18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros".
Evangelio de Juan, Cap.14, Vs.25:
"25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros.
26 Y el Consolador, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en Mi Nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo aquello que Yo os hubiere dicho”.
Evangelio de Juan, Cap.15, Vs.26:
"26 Pero cuando viniere el Consolador que yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad que procede del Padre, Él dará Testimonio de Mi.
27 Y vosotros daréis Testimonio, porque estáis conmigo desde el principio".
En testimonio de Juan 16:7 es particularmente interesante:
Este texto es muy similar a los anteriores, ya que menciona las palabras de Jesús respecto a Madre Antonia, pero agrega otros conceptos.
El Maestro les indica a sus discípulos que tiene muchas más cosas que decirles, pero que no las pueden llevar en ese momento. Esto es debido a que era mucho más importante conocer y entender cabalmente el Evangelio que saber cosas que no les serían útiles para la misión que les entregó.
Recordemos además que en ese tiempo el conocimiento era muy limitado y había demasiada ignorancia acerca de la grandeza de la obra del Divino Padre Creador, por lo que muchas cosas no se podrían comprender. Por ejemplo, no se sabía de otros mundos, planetas, soles y galaxias y sólo les pudo decir: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay”.
Tampoco les podía hablar acerca de las Naves de los Maestros de la Cosmogonía, ni que la Estrella de Belén había sido también una Nave.
No hay testimonios de que les haya hablado sobre otras civilizaciones, tanto superiores como inferiores que pueblan el infinito Universo.
Lo mismo acerca de las capacidades y características que poseen los espíritus, y que su Espíritu Divino se iba a materializar para poder mostrarse a ellos, pudiendo aparecer y desaparecer a voluntad, y no como se cree actualmente, que resucitó de entre los muertos, lo que va contra las Leyes Divinas de la eterna transformación de la materia.
Todo esto y mucho más, tuvieron la posibilidad Madre Antonia y los Maestros de la Cosmogonía de enseñar a sus discípulos, cumpliendo lo profetizado por Jesús, el Divino Maestro, de saber 'toda la Verdad', así como también de conocer las ‘cosas que habrán de venir’.
Evangelio de Juan, Cap.16, Vs.7:
"7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
14 Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber".
No se pierdan los siguientes capítulos de esta serie.
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